Fallece Jose Inazio Alberdi, presidente de Gerediaga en la década de los 70
2025/12/01
* En la foto de arriba, Alberdi a la izquierda, junto a Balendin Lasuen y Sabin Goikolea.
Jose Inazio Alberdi, presidente de Gerediaga entre 1972 y 1979, falleció el pasado sábado a los 84 años. En 1968 participó en las primeras jornadas sobre el euskera batua organizadas en Ermua, bajo el paraguas de Gerediaga. Cuando estuvo en la presidencia de la asociación, vivió la época en la que la feria de Durango pasó de Andra Maria a la plaza del mercado. El traslado fue llevado a cabo por los obstáculos del Gobernador Civil.
Y es que en aquella época no era fácil llevar adelante iniciativas a favor de la cultura vasca. En 1976, meses después de la muerte de Franco, hubo conflicto en las Euskal Jaiak organizadas en Urkiola. La ikurriña, que aún no estaba legalizada, apareció colgada de un árbol el primer día de las fiestas, el 26 de junio. "Los guardias civiles lo registraron todo" y se llevaron la ikurriña, pero las fiestas no cesaron, según contó Alberdi en su libro La voz de las doce piedras. En los días siguientes también hubo tensión. Se programó la actuación de Benito Lertxundi, Xabier Lete, Gontzal Mendibil y otros artistas significativos que subieron con dos tanquetas a disposición del capitán Hidalgo y rodearon el lugar donde se celebraba el concierto. A pesar de las amenazas, finalmente consiguieron celebrar el concierto.
Juzgado en Madrid
"Gerediaga tuvo la valentía de querer saber de las cosas", remarcaba Alberdi. Además de la cultura, también impulsaron la identidad y la organización de la comarca. A principios de los años 70, cuando se desarrollaron los planes de ordenación urbana del Duranguesado, las y los miembros de Gerediaga promovieron campañas de información, presentaciones y reuniones, conscientes de la importancia que estos planes tenían en el futuro de la comarca. Cuando llegó el turno de Ermua, el Gobernador Civil no les autorizó a reunirse en la parroquia. El mismo día y lugar de la asamblea se reunieron los del equipo de fútbol, y creyendo que ellos eran de Gerediaga, impusieron a Alberdi una multa de 10.000 pesetas. Además, fue juzgado en Madrid, en la TOP o Tribunal de Orden Público. "La TOP era un juzgado político, pedía unos dos años, y eso era mucho, pero viendo la multa que pedían... era casi mejor pasar más tiempo en la cárcel y reducir la multa. Visto desde hoy provoca risa, pero entonces... ". Al final, como recordaba Alberdi, "la acusación no presentó a ningún testigo, ni siquiera al guardia civil que dijo que nos había visto a nosotros, y el fiscal se avergonzó de la situación y pidió la libertad".